09 Apr Mi república

Ikea launched an advertisement which they used to spread the idea of the indoors domestic culture: “Come into the independent republic of your HOME”. Bearing in mind the massive influence of this advertisement and the impact in the Basque Country, I reflected on the fact that the way of living is always a matter of place-making. Therefore, I very much look forward to investigating Nordic countries meta-cultural behavior.

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¿Qué les pasa a nuestras casas cuando se quedan vacías? ¿Lo han probado? Me recuerda al vacío oteiziano. Si no han sentido nada, es que perdonen (mi osadía), 1) son insensibles, 2) no han conquistado aún su propia “república independiente” o 3) que simplemente, prefieren olvidar (y vivir sin más preocupaciones, que básicamente es lo mismo), justa decisión y muy humana por otra parte dicho sea de paso.

Pero repasemos:

(a) Por una parte, parece ser que el sector inmobiliario ha tocado techo, o eso nos hacen creer al menos. Lo que ha desembocado en una ralentización del sector de la construcción y en consecuencia, de todas aquellas actividades auxiliares asociadas al mismo; entre las que se encuentra la decoración y el interiorismo. (b) Y por otra parte, estamos intentando llenar nuestros metros cuadrados y convertirlos en “nuestras repúblicas independientes”.

Podríamos concluir en cualquier caso diciendo que han cambiado, y mucho, los tiempos desde que Ramón y Cajal afirmase que las casas existían para que las personas tuviesen vida fuera de ellas. De hecho, parece ser que nada tiene que ver esta afirmación con la imperiosa necesidad que parece que estamos cubriendo en las sociedad europeas avanzadas mediante el “nórdico” fenómeno de IKEA. Y digo nórdico porque analizando el diseño de los productos y el life-style que intentan favorecer, el fenómeno IKEA no podía ser de otro lugar que no tuviese relación con las latitudes y formas de vivir escandinavas. (Recomiendo ver la película Kitchen Stories que se proyectó en el Zinemaldi pasado, como muestra de lo que estoy afirmando).

Ahora bien, ¿qué antropología de la decoración y el interiorismo estamos desarrollando? O dicho más mundanamente, ¿qué estilo de vida estamos favoreciendo con todo esto? ¿Estamos desarrollando ciertamente “nuestras propias” repúblicas independientes (de forma que tan acertadamente nos ha hecho creer el genial Sr. Segarra)?

Final:
Me acuerdo de mi piso vacío, de oteiza y llega a mi memoria (sin pedir permiso) el maravilloso ensayo “Cajas” de Raymond Carver, y pienso:

Cuando empezamos a vaciar las casas, es cuando nos damos cuenta, si verdaderamente hemos “conquistado” nuestra república. O de lo contrario, simplemente, nos hemos dedicado a “decorar” nuestro “loft koxkero” como lo ha hecho (“casualmente”) nuestro homónimo europeo y vecino del Århus danés (por poner un ejemplo). Y es que, es mejor una casa vacía pero viva, que una casa llena y “decorada” pero sin alma.  Una casa en la que se reconozca a la persona que ha vivido en ella (únicamente observando sus libros, discos, cuadros, objetos…). Dificilmente imitable e industrializable incluso por los ikeanos. Una verdadera república independiente. Para siempre y únicamente para nosotros.

¿Para qué necesitamos sino los m2, las hipotecas y los miles de ikeas?

Seguro que lo han pensado. Alguna vez.

[Ondo bizi;)]

(Artículo de Opinión publicado en Abril2008 Suplemento Stylo “Decoración” Diario Noticias de Gipuzkoa)